LA HISTORIA SIN LIMITES!!!!

lo Numinoso

Es evidente que cada época definía del historia organiza su vida y su cultura en torno a un repertorio de problemas urgentes. A estos problemas hacen surgir actitudes ante la vida y emociona radicales, cuyo eco hace descubre en todo lo que la época creada y sueña. Para los hombres del periodo histórico de la reforma y la contrarreforma el problema religioso se anteponen a todo lo demás. La revolución religiosa agita a todos los espiritus; político y pensamiento, doctrina y conducta, moral y arte se encuentran afectados por esta grave preocupación: la de la interpretación de la fe y el destino eterno del hombre. Un viento de profecía conmueve las almas en estremecimiento tremendo que las empuja a la disidencia o la santificación. Es evidente que el arte tiene que de reflejar esta intensa, ocio espirituales. Aunque como creía Brehier, la iconografía al no hubiese que alimentado los efectos de esta agitación religiosa, la manera interpretada los temas tenía que reflejar las nuevas emociones despertadas por la lucha entorno al dogma.

El cambio originado en los sentimientos inspiradores de la creación artística, desde el renacimiento al barroco, puede, en efecto, esquematizarse la luz de estas realidades. Cuando los artista del renacimiento aborda el tema religioso lo hacen adoptando del repertorio ideológico y formal de su época aquellos ropajes plásticos que hacen de las divinas personas, de los Santos o los profetas algo como miembros de una humanidad superior; cds de ellos, nobles, bien proporcionados, graves y dignos habitantes de un mundo por encima del nivel común del hombre. Es decir, injertan lo que los artistas llaman el natural, en una concepción arquetípica, platónica, de la forma humana. Belleza, alejamiento, distinción, esas son sus notas características. Cuando el algunas vírgenes o Santas de Jean aparecer en sus ojos, su gesto con su sonrisa alguna luz de humanidad bondadosa, emoción acogedora, sin duda se trata de resabios de goticismo, especialmente en el arte italiano que, desde muy pronto, acudía corregirlo propiamente gotico, adivinación Es su preliberación de los ideales clásicos. El afinidad con las creaciones del arte antiguo, salvadas todas las diferencias, proceden de esa vocación hacia arquetipo en las figuras que crean estos artistas entra como ingrediente expresivo, casi único es elemento ya aludido de lo heroico, que no es sino una manera A La ANTIGUA de dar una nota de pactos a la representación humana, bien ajeno al sentimiento del arte gótico, de donde no podía derivarse semejante interpretación. Es Rafael el artista más representativo del pleno renacimiento, y su obra significa, en cierto modo, el punto máximo de la curva en ese intento de racionalización plástica del arte religioso, por su acercamiento la forma arquetípica del carácter clásico que imprime la  figura humana.

Sí que hiciera no, que, como toda la escuela veneciana en su mejor momento, es uno de los pintores más expresivos de renacimiento, en lo que ésta tiene Diego sosa entrega a la vida y a la sensualidad despreocupada, acierten algunas de sus obras religiosas con mayor adecuación al tema que otros artistas italianos de su tiempo esto se debe, sin duda, asumen dores esclavitud respecto del bello ideal del arquetipo Díaz mayor entrega al natural, en lo que la pintura se refiere, en trece artistas que dan entrada de sus obras a este mundo de nociones numinosas que van a inspirar el nuevo estilo: Miguel Angel,Tintoretto, y el Greco. Miguel ángel remata el crescendo de toda su obra enlazado al juicio final de la sixtina los dos polos de renacimiento y del barroco;  de aquel conserva la forma atlética y desnuda, el ritmo aeróbico de la composición y de los gestos; pero todo parece estremecido por un terrible soplo de majestad impotente, por una moción numinosas, que pertenece enteramente al nuevo mundo de la contrarreforma. Por su parte Tintoretto debe ser incluido en las avanzadas del barroco, no solamente por los agitado ritmos de los composiciones, por su dramatismo y por el empleo de la luz como medio de acosar lo milagroso y patético en sus escenas, sí no por el acento profético lleno de gravedad y de violencia que presiona esos grandiosas concepciones. Pero ese Greco el que, superando su formación veneciana y su manierismo, nos da la impresión de que abre definitivamente la puerta un mundo nuevo. Leakey en Venecia de aprovechable lo utiliza para ponerlo al servicio del nuevo estilo: color y luz. O su bizn santini sismo le hace trece días que más fijos para las composiciones religiosas, es que matización que posee un especial eficacia para acentuar el Valor sagrado de sus composiciones. Rompe con el renacimiento al desdeñar la forma perfecta y los cánones Apple indios de la figura humana y al volver la espalda al ideal de platonizante del neopaganismo renacentista. Pero sobre todos estos y tantos otros aspectos del arte del Greco, lo que da a su hora carácter de iniciación del arte de la contrarreforma es algo que alienta en todos sus lienzos, algo que el barroco sea de proponer como su misión más importante para traducir el estremecimiento dominós o en la obra de arte. A esta nota esencial de la pintura del Greco, más definitiva de  que cualquier otra de carácter formal, es lo que es el que esto se ha permitido designar la evidencia de lo sobrenatural lo que en Miguel ángel o en Tintoretto es como un torero lejano en un cielo preñado de Nubes, es en el Greco relámpago súbito que ilumina todo en las negruras, luz vivísima de ofrecer un solo instante a la pista asombrada misteriosa penas de sentidos como sensación de la presente y emoción compartida. Y no nos referimos solamente a las composiciones suyas que lo serán patéticas escenas del evangelio; en cualquier fragmento del médico está patente es evidencia de un trasmundo sobrenatural; en los ojos de un Cristo puede un Santo en oración, en las anhelantes manos retorcidas de un devoto, en cualquiera de sus paisajes nocturnos de Toledo, en sus retratos de caballeros españoles.

Pues lo que define la contrarreforma y el arte  que inspira es para decirlo con expresión que emplea Rodolf Ottó, en su estudio sobre los Santos, el sentimiento y emoción primaria de lo divino, como algo por encima de toda racionalidad. Asentadas firmemente para nosotros la unidad de estilo que preside a todas las creaciones barrocas, nos vemos obligados a admitir, y los estudios de Weisbach y de Weingartner han contribuido a ello, una comunidad inspiración en todas sus manifestaciones. El cansancio natural de las formas renacentistas no sería suficiente para explicarnos al Greco , a Zurbaranal mismo Rubens. Pues, por otra parte no es algo fácilmente reductible a la doctrina.

El neoclásico, que vulgarizo una gramática de formas en empachada depedagogismo, es una arte sabio y científico

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