Religion

Toda religiosidad tradicional arraigada en lo que constituye el fenómeno primario de la religión o de la confección respectiva. Sobre este fenómeno primario con su campo peculiar de ideas se construye la tradición de los valores espirituales y célticos que, según las fases de la cultura, puede experimentar crisis y diversificarse en direcciones varias. La iglesia es la guardadora edad de una religiosidad tradicional; ella de la certeza de la tradición y la conservación de la continuidad con su origen primario uno de sus principales deberes. Cuando el arte se pone al servicio de una religión, hicieron los fines de su culto, va siguiendo poco a poco el desarrollo tradicional de la iglesia y tomando un cierto carácter sagrado. La religiosidad individual que brota común primarios sentimiento innato o en el hombre puede manifestarse de varios modos dentro o fuera de las religiones positivas con dogma, y culto. Aziz se desarrolla determinados tipos iconográficos y rasgos misticos de expresivos que se repiten de modo dijo que reciben un sentido convencional y comprensible para todo el mundo. El arte el ahora, además, el contenido mitológico de la religión, de modo que cread para las escenas particulares esquemas de representación más o menos fijos. O dentro de la evolución del arte cristiano encontramos unas imágenes de carácter más bien ritual y canónico y otras de tipo más mitologiconarrativo. La historia bíblica y la leyenda se convierten con el correr del tiempo en apariciones divinas y en animadas mitología. Cada vez más la nota hierática y simbólica para siendo sustituida por la histórica y realista. Así, la confesión de los griegos ortodoxos por lo que se han adaptado al gusto oriental, y carácter oriental tiene el arte que ella ha producido. Pero también el catolicismo occidental ha experimentado profundas variaciones.

Las luchas religiosas, en las que el catolicismo veía contradichas de hecho sus pretensiones de universalidad; las luchas dinásticas de los soberanos que trascendieran de países a otros; el asalto y sacó de Roma por las fuerzas imperiales(1527), todo esto produjo profunda conmoción e hizo aparecer en peligro dentro del mundo católico la estabilidad de los valores esenciales y tradicional. Bajo la impresión de aflictiva circunstancias los hombres a buscar donde nuevo en su propia intimidad y el autoridad de la iglesia apoyo y protección. Propagó ser una corriente de pesimismo que fue uno de los estímulos más dignos de notarse en la cultura de la segunda mitad del siglo XVI.

Los sentimientos de resignación, escepticismo y amargura fueron el terreno en el que brotó olas en villa de la reforma católica. Su agujetas para abrir a los creyentes camino hacia algo más alto, hacia sentimientos de protección y consuelo. Así, por ejemplo, la mística desarrollada por la contrarreforma, aunque tiene aspectos exteriores que el aproximan a la mística medieval, descansar, no obstante, psicológicamente sobre otro fundamento de un nuevo centro frutales energías que dieron su impulso al movimiento y que delante de la especie que se requería para arrostrar a hombres de aquella época y de aquella precisa condición espiritual y para satisfacer sus necesidades. El antes citado Gilio: al fin de su segundo diálogo, exclama indignado: que tan de ofrecer imágenes las iglesias luteranas. El pintor Federico Zzucaro, el primer Presidente de la academia de San Lucas, en Roma, detiene la posición del iglesia de su época al depender su propio parte, cuando escribe en su tratado teórico. Y como el movimiento fue unánime y universal, icex tendió a todos los países católicos, del mismo modo fueron sus efectos en todas partes semejantes. Una simple o girada enseña que las obras de arte religioso de centran, en todos los países que experimentaron la influencia de la contrarreforma, en Italia, en España, en Francia, en Bélgica, en Alemania, ciertos rasgos generales y motivos semejantes. Mejor todavía puede ilustrarse esto apelando a una de las más conmovedoras imágenes de la devoción católica creadas por la contrarreforma barroca: el San Francisco adorando al crucificado en la soledad del gólgota. El maravilloso cuadro de Murillo, en Sevilla, está concebido de modo plenamente místico y simbólico; N nocturno del país traje, el fraile, un pie sobre la espera del mundo al que ha jurado renunciar, rodear tiernamente con sus dos brazos a Cristo, que se inclina hacia el test de la cruz apoyando suavemente su mano diestra en espalda del Santo mientras le izquierda continúa clavada en el madero; el fervoroso abandono que hace vibrar el cuerpo del Santo culmina en la vida de esta ciudad reflejar su rostro, que parece ser atraído por la faz de Cristo como por mágico poder; este desbordamiento o y es la reciprocidad del amor divino y el amor humano es una de las notas más conmovedoras y sublimes producidas por el arte en cuanto estudio fisiognomico de la religiosidad.

Es muy característico del evolución histórica el hecho de que Van Dysk, discípulo de Rubens, a substituido en su arte religioso la nota patética ayer hoy por la nota estática y mística. Ellos ex plica a no solamente por la delicada manera y femenina naturaleza del discípulo, sino que nos acusa la dirección toque tomado en General su época. Pasan a primer término las notas efusivas, sentimentales, y doloridas, ardientes y estáticas. En él encontramos todos esos elementos fisiognomicos y psicológicos que ya hemos hallado los italianos y los españoles. Hay representaciones huellas de la virgen y de Cristo en la cruz monto que muestran la mirada hacia el cielo en versión tomada de Guido Reni en la crucifixión, de Amberes, Santa Catalina de siena, con hábito de monja, la corona espinazo de la cabeza, se rodilla abrazándole madero de la cruz y, toca rozando suave delicadamente los pies de Cristo; la cabeza con los ojos cerrados, Cee inclinada en el leño y ha sobrevenido este trance de ext ático abandono, que lleva consigo un goce voluptuoso y un regusto neurótico la. La elegancia y el refinamiento aportan este género de cuadros un tono aristocrático y cortesano. El estilo del arte cortesano religioso al modo en que logró estimación en Francia comienza a formar uno. En el retablo de la edición de rosario, pintado para Palermo, Santa Catalina aparece en hábito semejante uno, actitud exstatica y levanta la cabeza, con los ojos en blanco y la boca entreabierta, hacia la virgen sentada sobre nubes. Sí queremos apreciar íntegramente lo que Murillo supo crear al representar el tema legendario San Antonio de Padua como el niño Jesús en los brazos hemos de comparar sus obras, el cuadro del pintor flamenco, hoy en Bruselas, en el que el Santo, en pie adelanta sobre sus manos extendidas al niño Jesús en diciendo, como si fuera una vasija, mientras dirige la mirada al cielo con expresión estereotipada en los ojos.